miércoles, 27 de abril de 2016

Pájaros y aves del huerto

En el primer año del huerto hemos tenido muchas visitas. No sólo han venido personas humanas. También lo han hecho otros seres: pulgones, cochinillas, lombrices, perros sin dueña, perras sin dueño, eclesiásticos y también muchas especies de pájaros y aves. Entre los primeros encontramos a estos dos de aquí abajo..

Ejemplares de John Ornitopaterson y Floren Picofino

Entre los segundos, las aves, hemos podido identificar a un buen puñado. Algunas han pasado del huerto sin hacerlo ni caso (los identificamos con una P, de en Paso); otros sin embargo interactuado (I) con nuestro espacio, utilizando el huerto o el parque para comer, ligar, dormir, anidar o lo que fuera (vamos, lo que venimos haciendo los hortelanos). Ahí van las aves de 2015-2016:




Cigüeña blanca. Ciconia ciconia
(P)
Alguna se ve de vez en cuando, de vuelta de algún vertedero próximo.







 Milano negro. Milvus migrans
(P)
Seguramente un despistado de paso migratorio.



 


Cernícalo vulgar. Falco tinnunculus
(I)
Anidó (o lo intentó) en la cúpula de San Francisco el Tocho. Se le ha visto pasando por el huerto intentando cazar en vuelo a bichos.



Grulla común. Grus grus
(P)
En el paso otoñal, se ve algún bando en “V” sobrevolar muy arriba.

 



Gaviota reidora. Larus ridibundus
(P)
La gaviota que es pequeña y con un "lunar" en la cara en su plumaje de invierno


 

 
Gaviota sombría. Larus fuscus
(P)
La gaviota más grande y abundante, que en grandes bandos, viene o va a los vertederos.


  
Paloma torcaz. Columba palumba
(I)
La paloma que se suele posar en los árboles del huerto





Paloma bravía. Columba livia
(I)
La otra paloma que vuela en las alturas, o se posa en el suelo del parque, o vuela por la cornisa...







Tórtola turca. Streptopelia decaocto
(I)
La paloma pequeña y cansina con un uh-uuuh repetido hasta la saciedad.



Autillo. Otus scops
(I).
En las noches de verano, las pocas veces que estamos callados, se le escucha su silbido machacón. Es la rapaz nocturna más pequeña de Europa.




 Vencejo común. Apus apus
(I).
Los locos que gritan y vuelan sin parar en los atardeceres de la primavera y el verano, cazando mosquitos al vuelo.




Abubilla. Upupa epops
(I)
Se dejó ver a principios de primavera. Posiblemente en paso migratorio.








Pito real. Picus viridis
(I)
El pájaro carpintero que relincha entre los árboles del parque.








Lavandera blanca. Motacilla alba
(I)
En invierno, en la zona encharcada de la fuente del parque. Anda como si le dieran cuerda.






Petirrojo. Erithacus rubecula
(I)
Se le ve rebuscando en el montón de tierra algo que llevarse al pico, o cantando al anochecer en la valla del huerto.



 
Mirlo. Turdus merula
(I)
Frecuentísimo rebuscando comida en los bancales o en el montón de tierra vegetal.




Mosquitero común. Phylloscopus collybita
(I)
Un individuo cazaba mosquitos en el compostador.




Carbonero común. Parus major
(I)
El que hace “chi-chi-pún chi-chi-pún chi-chi-pún”




Herrerillo común. Parus caeruleus
(I)
Como el carbonero, pero más pequeño y con la parte superior de la cabeza azul.




Agateador común. Certhia Brachydactyla
(I)
Toda una sorpresa. Trepando por los troncos de los árboles, buscando bichejos en las grietas del tronco.



Urraca. Pica pica
(I)
Por todo el parque, macarreando.



 
Estornino negro. Sturnus unicolor
(I)
El pájaro negro que se posa en la copa de un árbol al atardecer y hace multitud de silbidos y cantos.



Gorrión común. Passer domesticus
(I)
El que corta las hojas de lechuga, tirabeques, acelgas...




Verderón común. Carduelis chloris
(I)
En los árboles del parque, haciendo un característico grito.




Verdecillo. Serinus serinus
(I)
Canta en los árboles unos silbidos algo parecido al freír de un huevo.


Cotorra argentina. Myiopsitta monachus
(P)
Sobrevolando el parque, el lorito que es una exótica invasora.


martes, 26 de abril de 2016

Plantas silvestres comestibles

Ahora resulta que no todas las malas hierbas son malas; y tampoco que, porque no las hayamos plantado, tienen que ir (necesariamente) al compostador; y además que aunque sean silvestres, también pueden valer para calmar el hambre. Ahí van unas pocas de las que tenemos en el huerto de La Cornisa:

Jaramago. Diplotaxis catholica. (Fam. Crucíferas). Sus hojas tiernas se pueden consumir como verdura cruda.







 
Mostaza blanca. Sinapis alba (Fam. Crucíferas). Sus semillas se emplean enteras para encurtidos o vinagretas; o bien molidas para hacer la famosa salsa.














 Zurrón de pastor. Capsella bursa-pastoris (Fam. Crucíferas). Las hojas y sus brotes florales se comen crudos o cocinados, con un ligero sabor picante. Además la planta se usa por sus propiedades astringentes y antihemorraicas (empleada desde antiguo para frenar la menstruación abundante entre otras).













Cerraja, lechuguilla. Sonchus oleraceus (Fam. Compuestas). Se comen sus brotes jóvenes. Dicen que es de las silvestres más ricas. Si se deja crecer suele amargar.














Fumaria. Fumaria officinalis. (Fam. Fumaraceas). No es coméstible, pero tiene propiedades medicinales como diurético, depurativo del hígado y acelera la curación de llagas, furunculos y abcesos cutáneos.














CONTINUARÁ...

lunes, 18 de abril de 2016

And the winners are... ¡¡¡LA CORNISA!!!



Y los ganadores del Humus Film Festival, el I Festival de Cortos sobre Huerta y Ciudad, organizado por (el grande, el único, el inimitable e indefectible) Alberto High-Pear con, con el apoyo de la La Casa Encendida y la Red de Huertos Urbanos Comuntiarios, son:

  • Categoría Fantástica: Carmen Granxeiro por "As 20:30 horas"
  • Categoría de Autor: Gonzalo Cort por "Un domingo cualquiera"
  • Categoría de Comedia: El Huerto de la Cornisa por "El agua tenía un precio" 
En una gala sin comparación, dinamizada por un Alberto Peralta poseído por los espíritus de Tip y Coll, se pudo ver el grandísimo primer festival mundial agro-urbano, con 15 cortos grabados con azada, compost, alegría y creatividad.

Para el Huerto de la Cornisa es un honor ser el primer huerto de la galaxia cósmica en ganar un festival de cortos sobre temática hotícola urbana (o al menos eso dicen las malas lenguas).

También valoramos el nivelazo y la ilusión del resto de participantes, especialmente los del Huerto de Adelfas, que para lo que son ellos, lo hicieron bien. Eso sí, se les aconseja que, si al año que viene quieren ganar, lo tienen que hacer un poco mejor...

And the winners are...
Mr. Albert High-pear


We are the champions

El premio

El agua tenía un premio

Carmen Granxeiro, Alberto Peralta, Alberto Cort y El Malísimo

martes, 12 de abril de 2016

El agua tenía un precio. La película


SINOPSIS:
Un forastero llega al huerto para saldar una cuenta pendiente generada hace años. No sabe que la justicia, el valor y la amistad de los hortelanos, todo lo pueden.

Un Espárrago-Western de El Huerto de la Cornisa con:
Flavia Totoro y Floren Tino. Con la participación estelar de Marta Hortelana, Carlos Hortelano, Manu McHortelano, Lucía Hortelana, Ángela Hortelana y el auténtico Jacobo Cayetano, haciendo de sí mismo.
Un filme montado por Manu Hillbilly y escrito y dirigido por Raúl Wildbury

GRAN ESTRENO MUNDIAL: VIERNES 15 DE ABRIL- 19,30 horas - La Casa Encendida

 HUMUS FILM FESTIVAL
Primer Festival de cortos sobre la temática “huerta y ciudad”.
Tres categorías: Fantástica, Corto de autor y Comedia. Tres minutos y medio para contar una agrohistoria que conecte los dos ecosistemas.
Semillaremos desde los cortos más surrealistas, cómicos y amateurs, hasta aquellos cortos de temática más social, más profesionales o poéticos.
Entre medias, dos artistas que pasaron por un huerto comunitario para culturizar su barrio nos mostrarán su talento.

¿Te lo vas a perder?... Yo que tú no lo haría, hortelano.



viernes, 19 de febrero de 2016

Asomados por el huerto (o lo que está pasando en el huerto durante este invierno)

Convento de San Francisco el Grande. Diciembre 2015. Dos frailes franciscanos rezan en una capilla barroca. Arrodillados frente al altar, el más mayor le susurra al oído al otro. Cantos gregorianos de fondo.
- Al hermano compañero de celda otra vez le están echando la bronca por asomarse por la ventana a mirar a los del huerto. Mira que le gusta mirar para allá abajo... Y no me extraña, porque, aun siendo invierno, lo tienen hecho un vergel. Qué romanescus, qué brócolis, qué coliflores... 
- ¿Y qué miraba, a las mozas o al chico guapetón que va siempre con la bici cargada de cachivaches? 
- No, esta vez no. Resulta que fue cocinero antes que fraile y dice que le llegaba un olorcillo muy rico a panceta, choricillos, morcillas... Parece que venía del huerto, pero no creo, porque allí solo crecen cosas verdes. 
-Para mí que está obsesionado porque hace lustros que no cata la carne ¿no es así, hermano...?

Bucarest. Enero de 2016. Casa proletaria de barrio obrero. Vestigios en un nosesabequé de épocas pasadas. El enviado del huerto de La Cornisa a tierras rumanas repasa en la cama las instrucciones concisas de su misión: “Hacer una célula internacional de La Cornisa”. La barba de tres días le pica en la cara. En la vieja radio suenan canciones romaníes de boda. Decidido a cumplir con su cometido se asoma a la ventana:
- Ufffff, otra vez nevado. Mañana ya si eso...

Parque de La Cornisa. Febrero de 2016. Pareja de seminaristas que ya aparecieron en otro relato. Los dos visten de negro. Uno con un jersey con cuello de pico, que le mal disimula su incipiente barriga. El otro, aún no lo sabe, pero llegará a ser arzobispo de Constantinopla. Hablan de los ejercicios que les han puesto en la asignatura “Vida, obra y milagros de los santos”. Un mirlo canta bajo los repollos tras comerse una oronda lombriz. Llegados a la altura del huerto, el seminarista embutido en jersey da un gritito ahogado.
- No te asomes. Démosnos la vuelta. Esto está lleno de pecado. Es un centro de perdición. 
- Voy a tener que rezar todo el fin de semana para que se me quite esa visión llena de lujuria...


Un maniquí deja mostrar con firmeza y frialdad sus curvas esbeltas. El maniquí espera que le vistan para convertirse en espantapájaros. Le gusta más este rol, es más divertido y no tiene que ofrecer su cuerpo para el mercadeo de ropa de moda. No entiende por qué dos hombres vestidos de negro corren haciendo aspavientos camino de la calle Jerte.

Huerto de la Cornisa. Enero de 2016. Un camión con grúa levanta en vilo la caseta. Cruje la cadena. Las ruedas del costado derecho se hincan en el suelo. Una gota de sudor baja por la mejilla de un esforzado hortelano. Una esforzada hortelana, espectante, clava sus uñas en las palmas de sus gráciles manos. El operario del camión masca un palillo mientras, conocedor de su trabajo, tararea un pasodoble. La caseta, descansa en su nueva ubicación, enderezada y bientrecha. El operario escupe al suelo y se quita el gorro de lana de la cabeza.
- ¡Vaya vistas más guapas que se os quedan ahora! Mira, mira, asomaros ¡el mejor atardecer de todo Madrid!

Bucarest. Febrero de 2016. La misma casa proletaria de antes. El celulista tiene los pies fríos. Se levanta y asoma la nariz por la ventana. Lavieja radio aburre con una canción. Nieva. 
- Mañana, ya si eso...

Huerto de la Cornisa. Diciembre de 2015. Dos esforzados hortelanos hacen una zanja. Pican en piedra una vez sí y otra también. Un grupo de gaviotas vuela sobre sus cabezas, pese a que los resultados electorales dicen que este año no volarán ni tantas ni tal alto. Una de Ávila canta a Víctor Jara con acento de Valladoliz. Cerca, el que sudará dentro de un mes cuando venga a mover el camión la caseta, también está allí. Intenta sacar un tubo por un hueco que comunica con un desagüe.
- Ya asoma, ya asoma (grita, tras el duro esfuerzo). ¡Tendremos mingitorio! 
- No hay nada como un buen drenaje (pensamos todos).

Huerto de la Cornisa. Febrero de 2016. Parece que hace frío, pero todavía no. Cuatro mozas se afanan en forrar la caseta con cajas de fruta. El objetivo es aislarlo del calor del verano. Y plantar una enredadera. Tiene pinta de que va a quedar muy propio, muy de huerto urbano. Los ajos extremeños al fin asoman; los ajos chinos hace tiempo que despuntaron. Una de las mozas quiere ser Robert Plant.

Bucarest. Marzo o abril de 2016. En la radio suenan noticias vulgares en esa lengua de raíz latina tan poco entendible. El huertano celulero sospecha que se va a asomar por la ventana y va a estar nevado. Está en lo cierto. Mañana, ya si eso, bajará a construir un huerto de La Cornisa rumano.

Huerto de la Cornisa. Febrero de 2016. El sol calienta; no hace invierno este invierno. En el compostador de uso público se han añadido hojas y se ha removido. Mucha gente trae sus residuos para ser compostados. Pero el candado se atasca, tanto como nuestro cerebro sin su dosis mañanera de café o té. El que esto escribe lee el marco propuesto por la Red de Espacios Ciudadanos. Mueve el entrecejo. Lee y relee, pues quiere saber qué es una iniciativa de gestión ciudadana. Remueve el entrecejo. Se pone bizco, suelta un exabrupto verbal.

Las Iniciativas de Gestión Ciudadana, configura una suerte de definición circular entre ambas, que viene de una fuerte interdependencia de los dos conceptos. Esa Gestión Ciudadana requiere del territorio que compone la suma de espacios abiertos a la confluencia de colectividades, culturas y expresiones sociales. Son lugares donde es posible construir una nueva experiencia de lo social doblemente demarcada. Por un lado, enfrentan la precariedad, la debilidad del lazo social, la dependencia económica y política, la mercantilización, la colmatación del espacio público y su sobrerregulación administrativa. Por otro, se nutren de la creciente riqueza de recursos inmateriales de la ciudadanía: redes, creatividad, formación, saberes, competencias...”

Ni por asomo ha entendido nada... Deja de leer y escucha: Se oyen azadas cavando en el bancal, la carretilla chirría llena de piedras, unos niños juegan en el montón de tierra, alguien invita a cerveza, se han sembrado tirabeques, la rúcula ya puede recolectarse, se charla sobre el pasado y el futuro... un aire fresco llega desde el noroeste, arriba y a la izquierda... Esto es más fácil de entender...

Huerto de la Cornisa. No dejes de asomarte por aquí. La música la pones tú.