Ahora resulta que no todas las malas hierbas son malas; y tampoco que, porque no las hayamos plantado, tienen que ir (necesariamente) al compostador; y además que aunque sean silvestres, también pueden valer para calmar el hambre. Ahí van unas pocas de las que tenemos en el huerto de La Cornisa:
Jaramago. Diplotaxis catholica. (Fam. Crucíferas). Sus hojas tiernas se pueden consumir como verdura cruda.
Mostaza blanca. Sinapis alba (Fam. Crucíferas). Sus semillas se emplean enteras para encurtidos o vinagretas; o bien molidas para hacer la famosa salsa.
Zurrón de pastor. Capsella bursa-pastoris (Fam.
Crucíferas). Las hojas y sus brotes florales se comen crudos o
cocinados, con un ligero sabor picante. Además la planta se usa por sus
propiedades astringentes y antihemorraicas (empleada desde antiguo para
frenar la menstruación abundante entre otras).
Cerraja, lechuguilla. Sonchus oleraceus (Fam. Compuestas). Se comen sus brotes jóvenes. Dicen que es de las silvestres más ricas. Si se deja crecer suele amargar.
Fumaria. Fumaria officinalis. (Fam. Fumaraceas). No es coméstible, pero tiene propiedades medicinales como diurético, depurativo del hígado y acelera la curación de llagas, furunculos y abcesos cutáneos.
CONTINUARÁ...
Y la borraja?
ResponderEliminarEXCELENTE!! MUY BUENO!!SIGAN ASÍ
ResponderEliminarVete a la mierda. No tengo una buena vida
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