domingo, 25 de junio de 2017

Noche de San Juan. Engaño y desamparo

Como viene ocurriendo desde que existe el Parque de La Cornisa, la noche del solsticio de verano se prenden y saltan hogueras, siguiendo las tradiciones del levante peninsular. Una chasca en San Juan es una buena escusa para juntar amistades, echar un bocadillo y una cerveza e invocar creencias paganas de renovación. Lamentablemente existe una facilidad pasmosa para que lo festivo se masifique sin control, se pervierta y degenere. Y esta vez hemos ido a peor, con la colaboración de la Concejalía de Centro.

Al igual que el año pasado, se solicitó a la Concejalía del Distrito que se tomaran medidas para controlar la fiesta. Patrullas de policía que velaran por la integridad del huerto y demás dotaciones del parque, bomberos que pudieran intervenir con rapidez y que a una hora prudencial se levantara aquéllo. El año pasado funcionó bien, pero este no. ¿Y por qué? ¿Qué medidas tomó el Distrito?

La medida más visible, fue dejar madera cortada para la libre disposición del personal. No es que estemos en contra de las hogueras una vez al año, pero tampoco es muy adecuado fomentar estas actividades, por otro lado ilegales, desde la administración local. Quizás un juez lo llamara prevaricación. También se podría llamar irresponsabilidad supina.

También se pusieron contenedores. Unos tres o cuatro, no más. No había que derrochar recursos. Y se pusieron en la periferia del Parque. Osea, que no los usó ni Perry. El que estaba en la esquina de la calle Jerte, a las 5 de la mañana, tenía 5 latas contadas. Tal cual.

Y también pusieron servicios. Sí, un meadero para tíos e igualmente en las inmediaciones de Parque, en la calle del Rosario. Se ve que las chicas no tenían derecho a mear. Y se supone que con uno solo se iba a dar abasto a cientos de vejigas al límite, llenas de cerveza.

Y también vinieron los bomberos. Sí, vinieron a las 00,30 h., cuando todas las hogueras estaban ya más que crecidas... Y a las 2,30 h. se fueron. Suponemos que a partir de esa hora ya el fuego pierde su capacidad de combustionar y por tanto no había peligro alguno.

Y también vino la policía. También llegó a las 00,30 h. Un par de patrullas, tampoco hay que exagerar, que total solo hay cientos de personas hasta arriba de alcohol y es muy poco probable que ocurra nada. Y a las 2,30 h. sólo quedó una patrulla, un par de policías (Hablando con ellos nos contaron que no tenían ninguna orden más que estar allí, mientras no les dijeran que fueran a otro sitio. Y que si ocurría algo no tenían capacidad de entrar, ni de hacer otra cosa que avisar para que les enviaran refuerzos ¿Y de proteger el huerto? Nada chavales, nadie nos ha dicho nada y tampoco podemos más que echar un ojo desde la distancia).

¿Y el resultado? Pues como la diosa Fortuna se alía con San Juan no ocurrió ninguna desgracia de la que tengamos noticias. El Parque se llenó de basura de todo tipo, la juerga continuó hasta que las fuerzas y la bebida se fueron consumiendo (a las 14,00 horas del día siguiente todavía quedaba algún grupo celebrando la noche más corta del año), los meados impregnaban cualquier lateral del Parque y los servicios de limpieza tuvieron que emplearse a fondo para dar apariencia de normalidad a la zona entrada la mañana.

Las buenas palabras de que aquéllo se iba a controlar se quedaron en otra falsedad institucional. Y es que en el barrio de La Latina ya estamos acostumbrados a promesas incumplidas respecto a las demandas vecinales para con los problemas de suciedad, ruido nocturno, tráfico y degradación programada. La gente del barrio está más que harta de que nos tomen por idiotas.

Al año que viene más.

El huerto hubo que blindarlo para evitar que lo mearan. Algo se consiguió



Gentes del huerto invocando a los dioses del solsticio de que transformen a los que toman las decisiones en el Distrito Centro

Retén cuidando del castillo




No hay comentarios:

Publicar un comentario